BOLIVIA: UNA SOCIEDAD DE CULTURAS ANTAGÓNICAS
Por: Maria Nela Requez Mendez
Los gestos despectivos, las entonaciones insolentes, alocuciones retóricas, gritos de furia y resentimiento de las elites políticas, burocráticas y mediáticas sobre todo del oriente contra los sectores del occidente boliviano se hacen cada vez más evidentes en diversos escenarios públicos.
Adjetivos como “indio”, “colla de…” o “camba de…”, entre muchos otros van y vienen desde ambos extremos principalmente. Pero los que más reproducen el racismo, ya sea explicita o implícitamente, son los grupos oligárquicos del oriente quienes muchas veces tratan a la gente de habla aymara, quechua u otra población indígena del país, como los desagradecidos, violadores de normas internas, criminales, sucios...Estos actos inhumanos, cometidos por gente blanca y rica del oriente se la practica en colegios, escuelas militares, mercados, oficinas públicas y privadas.
El 2007 Bolivia se polarizó en torno a la Asamblea Constituyente de quienes no consensúaron ni buscaron el equilibrio del país, sino que más velaron sus intereses personales y sectoriales. Esta situación casi llevó a un caos total entre bolivianos. Por ejemplo , los Sucrenses pidieron la capitalidad instigados por grandes empresarios del departamento de Santa Cruz y el partido de oposición (Podemos). Esta demanda regional causó una gran molestia en los paceños y Alteños quienes convocaron al cabildo, bajo el lema “la sede no se mueve”. Esta situación aumento la lucha del oriente contra el occidente. Los insultos fueron aumentándose hasta llegar a acciones extremas como el degollamiento de dos perros en Achacachi (en señal de amenaza para los prefectos de la “media luna”) y en respuesta a ello la elite política y económica del oriente califico de esta forma: “nosotros no vamos a matar perros carajo, vamos a matar Kollas de mierda”. En principio estas opiniones no son personales, sino expresiones de las acciones políticas compartidas por el grupo o sector social a la que pertenecen De esta manera podemos observar cómo el racismo y la discriminación se manifiesta en todas sus formas ya sean sutiles y duras entre los grupos en conflicto que sin duda impiden el desarrollo de nuestro país. Un sociólogo de nuestro medio (apellidado Mamani) decía que “mientras exista el racismo y la discriminación no habrá paz nacional”.
En cierta forma las expresiones del sociólogo nos llama a la reflexión. Si seguimos actuando de esa manera, no llegaremos a ningún lado y seguiremos siendo uno de los países más pobres de Latinoamérica y el mundo.
“Kollas” y “Cambas” debemos tomar el camino de la armonía social y no ponernos en contra de unos a otros o imponernos normas autonómicas departamentales que pretenden dividir al país y no así como dicen los empresarios y los partidos políticos de oposición bajo el argumento de que se quiere “… un país unido y democrático”. Ese planteamiento es una vil mentira, pues, ellos son grandes empresarios y solo velan sus intereses políticos y económicos y gozar de un mejor vida y todo esto a costillas de quienes son los mas necesitados. La violencia genera mas violencia y esto debe terminar para buscar un presente sin discriminación ni racismo; porque la unión hace la fuerza como dice el símbolo de la moneda boliviana. Frente a estas actitudes negativas que sufre el país
¿Cómo debe ser el papel de las instituciones educativas formadores y trasmisoras de ideologías en nuestro país? ¿Qué acciones debería hacer el Gobierno actual para disminuir esta sociedad racista todavía vigente?
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